viernes, 13 de agosto de 2010

Venezuela: Los derechos inhumanos de Hugo Chávez


Por: John R. Thomson & Norman Pino De Lion

Desesperado por silenciar a la oposición, Chávez hostiga a los principales líderes de cada sector para intimidar mediante el ejemplo.

El régimen de Hugo Chávez ha venido siendo objeto de un creciente escrutinio debido a las flagrantes violaciones de los derechos humanos y la casi total ausencia de un Estado de Derecho, principios fundamentales de toda sociedad democrática.

Un exhaustivo informe de 300 páginas de marzo pasado, elaborado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) enfureció a Chávez, quien desestimó las acusaciones como un complot para socavar la revolución bolivariana, calificó el informe como “puro excremento” y acusó a la Comisión de estar al servicio del “imperio”. El informe cita persistentes amenazas y violaciones de los derechos humanos en cuanto a participación política, libertad de pensamiento y de expresión, derecho a la vida, seguridad personal, integridad personal y libertad.

Una sección clave del informe señala que “uno de los principios que caracteriza a un estado de derecho es la separación e independencia de los poderes públicos, como elemento esencial de la democracia.” El informe también señala que “la vigencia de los derechos y libertades en un sistema democrático requiere un orden jurídico e institucional en el que las leyes prevalezcan sobre la voluntad de los gobernantes, en el que exista un control judicial de la constitucionalidad y legalidad de los actos del poder público, vale decir, presupone el respeto del Estado de Derecho.”

Lejos de mejorar, a pesar de las serias advertencias de la CIDH y la sostenida protesta de numerosos activistas y organizaciones locales de derechos humanos, la situación sigue deteriorándose rápidamente. Incluso una leve crítica al régimen puede dar lugar a acusaciones falaces, al acoso, la pérdida del trabajo, la imputación de delitos e incluso la prisión. Dependiendo del estado de ánimo del mercurial Presidente, el transgresor acusado injustamente puede incluso escuchar la “sugerencia” de su propia condena durante el programa semanal de televisión de Chávez “Aló Presidente”.

Raúl Baduel, un oficial militar de alto rango y ex ministro de Defensa, expresó su preocupación sobre el comportamiento del gobierno, lo que le acarreó ser perseguido, procesado y finalmente condenado a siete años y 11 meses de prisión, para desalentar a sus compañeros de armas de tomar el mismo camino. De nada valió que dirigiese la operación para restablecer en el poder a Hugo Chávez después de su breve separación de la presidencia en abril de 2002.

Wilmer Azuaje, desilusionado diputado Pro-Chavista de la Asamblea Nacional, quien ha venido haciendo repetidas acusaciones de corrupción contra miembros de la familia Chávez, fue rápidamente despojado de sus funciones, sin cubrir el menor procedimiento legal establecido en la Constitución, después de haber sido falsamente acusado de atacar a una oficial de policía, y posteriormente puesto bajo arresto domiciliario.

Tales acciones parecen destinadas a desalentar la resistencia activa de disidentes de los diferentes sectores de la sociedad ante la embestida autocrática del gobierno. En resumen, el régimen ha adoptado un enfoque de intimidación “mediante el ejemplo” para tratar de sofocar la disidencia, seleccionando como muestras a conocidos personajes de las instituciones más importantes del país.

Oswaldo Álvarez Paz, ex candidato presidencial, ex gobernador del estado Zulia y miembro veterano del antiguo Congreso Nacional, fue encarcelado en marzo pasado por casi dos meses, acusado de conspiración -una acusación infundada y posteriormente desestimada- así como de otros delitos como la difusión de información falsa y engañosa, y la generación de malestar social. Su pecado: haber concedido una entrevista televisiva en la que se refirió al auto de procesamiento de un juez español sobre varios terroristas vascos de la ETA que supuestamente viven en Venezuela, y sus presuntos vínculos con el gobierno venezolano, así como con el grupo narco-terorrista de las FARC colombianas.

Una vez liberado, producto de un esfuerzo bien coordinado para obtener el apoyo de gobiernos extranjeros y organizaciones de derechos humanos, el Sr. Álvarez Paz no puede salir del país sin autorización judicial. A la espera de un juicio que podría durar meses, ha sido atacado nuevamente por el Sr. Chávez, quien dijo que debería ser encarcelado de nuevo por su ”actitud desafiante.” De hecho, sus primeras palabras tras su reciente puesta en libertad estuvieron dirigidas a llamar la atención sobre la difícil situación de los presos políticos.

Guillermo Zuloaga, presidente del único canal de televisión aún no controlado o silenciado por el régimen y crítico frecuente del gobierno, fue impedido en marzo pasado por las autoridades de inmigración de abandonar el país en unas cortas vacaciones a la isla caribeña de Bonaire. Su arresto fue concretado por el jefe adjunto de inteligencia del ejército y luego acusado de delitos absurdos, incluso de vilipendio al presidente, una acusación que legalmente sólo podría hacerla el propio Presidente.

El Sr. Zuloaga nos dijo que ”el problema es que pueden mantener abierta la investigación durante seis meses o más, y en última instancia, decidir que: a) soy inocente, b) que existen datos suficientes como para sustentar la acusación e ir a juicio, o c) que mi caso deberá quedar abierto y que debo permanecer en un limbo. Yo no construí Globovisión para luchar contra Hugo Chávez, pero por desgracia éste declaró ya en 2001 que los medios que critican al gobierno, son enemigos del Estado. Decidieron acosarme, entrando a la fuerza y confiscando el contenido de mi casa en Caracas, no una vez sino dos veces.” Hace dos semanas, después de que Chávez se quejara en televisión de que el señor Zuloaga sigue libre a pesar de haberlo acusado a él de las muertes ocurridas en abril de 2002, un juez ordenó rápidamente su detención por acaparamiento de automóviles, a pesar de que posee varias agencias de automóviles, lo que obligó al acusado a huir a los Estados Unidos y a buscar justicia ante Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Diego Arria, ex gobernador de Caracas, ha sido también embajador ante la ONU y presidente del Consejo de Seguridad. Su hacienda rural ha sido confiscada y sus pertenencias saqueadas por vándalos afectos al gobierno, en represalia por sus críticas contra las políticas del régimen. Cuando protestó por el secuestro de sus bienes, el presidente Chávez ordenó a la Asamblea Nacional abrir una investigación sobre sus actividades, se burló públicamente de él y admitió de hecho que la cuestión era una venganza personal, cuando dijo: “Si la quieres de vuelta, tendrás que tumbarme.”

Arria llevó su caso ante varias organizaciones internacionales y se embarcó en un viaje a Bruselas, Ginebra, Madrid, París y La Haya para reunirse con líderes gubernamentales y altos funcionarios de la Organización Internacional del Trabajo, del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y del Consejo del Parlamento de Europa, entre otros.

La jueza María de Lourdes Afiuni fue enviada a prisión por haber liberado al banquero Eligio Cedeño, quien había sido encarcelado por casi tres años sin ser llevado a juicio. Su decisión enfureció al presidente Chávez, quien sugirió en ”Aló Presidente” que debía ser condenada a 30 años de prisión. A pesar de que la CIDH emitió una orden de protección en favor de la jueza, el más alto tribunal de Venezuela confirmó la orden de prisión y rechazó los alegatos de la defensa en el sentido de que su vida corre peligro en las instalaciones de la prisión donde permanece detenida.

Según el abogado de la Jueza Afiuni, hacer caso omiso de la CIDH parece ser parte de una “tradición”, agregando además que “el caso es histórico porque es la primera vez que se encarcela a un juez por el cumplimiento de un mandato legal”. Hugo Chávez rechazó la decisión de la CIDH señalando que “la Comisión es un instrumento del imperialismo y nuestra soberanía sagrada debe ser respetada”.

Nueve agentes de la Policía Metropolitana de Caracas han sido condenados a penas excepcionales de prisión en un caso que se remonta a ocho años atrás, cuando el 11 de abril 2002 un millón de venezolanos marcharon pacíficamente para expresar su descontento con el régimen y exigir la renuncia del Presidente. Tras la manifestación, tres comisarios y seis funcionarios de la policía fueron detenidos y juzgados como chivos expiatorios por la muerte de tres de las 19 personas fallecidas. Después de largos años de retraso, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia ratificó inesperadamente todas las sentencias de hasta 30 años de prisión.

De acuerdo con José Luis Tamayo, uno de los abogados que representan a los policías, es “imposible” que el Tribunal pueda haber leído, analizado y sopesado todas las cuestiones planteadas por la defensa en 15 días, un alegato que consta de más de ocho mil páginas. La decisión impidió de forma automática a los condenados presentar sus candidaturas para ser electos a la Asamblea Nacional en las elecciones programadas para el 26 de septiembre, lo que claramente denota porqué la sentencia fue anunciada de manera tan precipitada.

Rocío San Miguel, abogada, dirige Control Ciudadano, una ONG local que sigue de cerca los asuntos militares. Recientemente dio a conocer la inscripción de varios oficiales militares de alto rango en el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela [PSUV], situación explícitamente prohibida por la Constitución. La respuesta del gobierno ha sido la de denigrar públicamente de ella y retirar los registros del PSUV que utilizó para probar sus acusaciones de la página Web del Consejo Nacional Electoral.

Mientras el plan de intimidación mediante el ejemplo por parte del gobierno sigue su curso, la más básica decencia humana de toda la sociedad se viola regularmente. Dos ejemplos subrayan el triste estado de los derechos humanos en Venezuela.

Según el Observatorio Venezolano de Prisiones, una ONG dedicada a un lograr un trato justo para los presos, unos 38.000 reclusos se mantienen en instalaciones diseñadas para albergar apenas a 12.500. Peor aún, casi el 68 por ciento de ellos están a la espera de ser sentenciados. Los presos están hacinados en celdas que exceden varias veces su capacidad, y algunos se ven forzados a dormir en las escaleras o en los pasillos de la prisión. Sintiéndose olvidados y como último recurso para llamar la atención del gobierno, 15.000 prisioneros iniciaron una huelga de hambre el 17 de mayo pasado. Como quiera que no se puede castigar aún más a presos ya maltratados, las autoridades simplemente ignoraron la huelga y reaccionaron violentamente contra los familiares que protestaban fuera de las cárceles en todo el país.

La huelga de hambre terminó a finales de mayo, cuando los funcionarios gubernamentales hicieron promesas huecas para mejorar las condiciones carcelarias. La difícil situación de los prisioneros es una de las más graves violaciones de los derechos humanos en Venezuela. Se trata de una flagrante injusticia que se burla de la Constitución del país bajo la estrecha orientación de Hugo Chávez, de la cual se ha burlado consistentemente en los últimos años. [Adoptada en 1999, la llamada “Constitución Bolivariana'' es la número 26 en 200 años, contiene 350 artículos y sucede a la Constitución de 1961, que sirvió a la entonces relativamente pacífica Venezuela más que ninguna otra en su historia.]

El Hospital Militar de Caracas es el escenario de uno de los ejemplos más trágicos del desdén del régimen de Chávez por la dignidad humana. Prácticamente solo, el agricultor y biólogo Franklin Brito inició una huelga de hambre el año pasado para protestar contra la invasión y el saqueo de su propiedad en el Estado Bolívar por parte del gobierno en el año 2005, la cual fue posteriormente expropiada sin el pago de una justa compensación. Brito comenzó su huelga de hambre a mediados de 2009 frente las oficinas de la Organización de Estados Americanos en Caracas, en protesta por la confiscación de sus tierras, la cual suspendió el 4 de diciembre, una vez que se anunció que la expropiación había sido anulada.

Sin embargo, como quiera que las autoridades no proporcionaron una clara titularidad de su propiedad, Franklin Brito reanudó su huelga, lo que le valió ser recluido a la fuerza en el Hospital Militar, donde se hicieron vanos intentos para declararlo demente. Desde que fue hospitalizado en diciembre, el Sr. Brito ha desafiado los esfuerzos para obligarlo a comer y continuó luchando para reanudar su huelga de hambre. El gobierno autorizó finalmente a la Cruz Roja a visitarlo y desde entonces ha reanudado la ingestión de agua; pero su estado sigue siendo grave.

Estos son apenas algunos casos representativos de lo que miles de personas experimentan en la Venezuela de hoy. Las múltiples violaciones de los derechos humanos son toleradas por un gobierno que se preocupa por mantenerse en el poder más que por cualquier otra cosa. Las violaciones a los derechos humanos perpetradas por el régimen de Hugo Chávez son tal vez uno de los más crueles aspectos de su presidencia autoritaria.

En un próximo artículo de esta serie se explorarán las múltiples facetas de la relación Cuba-Venezuela, incluyendo el papel del régimen de Castro en la represión de los derechos humanos.

* John R. Thomson es un periodista veterano y ex diplomático durante la administración Reagan, que se centra en la política y la geopolítica de los mercados emergentes. Un visitante frecuente a Venezuela, que recientemente visitó el país durante dos semanas. Norman Pino De Lion es un ex diplomático de carrera del Servicio Exterior, quien sirvió como embajador de Venezuela en Arabia Saudita y los Países Bajos. Sus comentarios aparecen en el diario El Universal, así como en la página Web Analitica.com.

Guatemala: En memoria de Don Manuel F. Ayau Cordón.


Por: Eneas A. Biglione

El pasado 4 de Agosto de 2010, falleció Don Manuel F. Ayau Cordón en Guatemala. Se nos fue un auténtico campeón de la libertad, un hombre que brilló con luz propia, un modelo admirable para todos.

Nacido en 1925, tuvo la visión de liderar la creación del Centro de Estudios Económicos y Sociales (CEES) en 1959, que entre muchos otros triunfos, impulsaría la creación de la Universidad Francisco Marroquín (UFM) a comienzos de la década del setenta. Todos aquellos que promovemos apasionadamente los beneficios de la libertad en la región latinoamericana, conocemos a la UFM como la casa de la libertad.

Avocada a “la enseñanza y difusión de los principios éticos, jurídicos y económicos de una sociedad de personas libres y responsables”, la UFM es un ejemplo de excelencia académica. No conozco pueblo del mundo que no quisiera tener una universidad con esas características (aunque si conozco gobernantes de algunos pueblos que no la quisieran).

Don Manuel Ayau consagró su vida al cuidado de su gente, sembrando la libertad, la democracia y la paz desde su admirable emprendimiento educativo. Su mensaje no conoció fronteras y su influencia supo llegar a los más remotos lugares de este mundo.

En su rol de miembro de la Mont Pelerin Society, miembro del directorio de Liberty Fund y de la Foundation for Economic Education (FEE) tuvo la oportunidad de internacionalizar su mensaje y la visión de invitar a muchos intelectuales de los Estados Unidos y Europa a viajar, conocer e interiorizarse de los problemas que afectan a la región toda.

Pese a desarrollar sus esfuerzos desde un ambiente caracterizado por su hostilidad en el ámbito intelectual y muchas veces violento en el ámbito político, Don Manuel Ayau no se dejó intimidar. Sus principios y su determinación fueron siempre inquebrantables.

Su paso por esta vida fue notable. Se nos fue dejándonos algo que realmente valió la pena, un enorme legado educativo del que se han beneficiado y tendrán la oportunidad de aprovechar sus descendientes, sus estudiantes y los discípulos que supieron escucharlo atentamente, observar su ejemplo y aprender de él.

En lo personal conté siempre con su consejo, con su confianza en lo profesional y con su generoso apoyo como donante de la fundación de la que soy director ejecutivo. Por todo ello siempre le estuve y le estaré agradecido.

Se nos fue un auténtico campeón de la libertad, un hombre que brilló con luz propia, un modelo admirable para todos; pero nos dejó un modelo de vida, sabiduría, fe y particularmente, esperanza.

* Eneas A. Biglione es director ejecutivo del Hispanic American Center for Economic Research (HACER) en Washington DC.

martes, 3 de agosto de 2010

Cuba: Entrevista a Darsi Ferrer – por Bertha María Carrillo


El pasado 29 de junio fue otro día inolvidable para la familia Ferrer Jorge. Ese día Darsi, médico de profesión y gran luchador por la libertad en Cuba por vocación y convicción, era liberado tras 11 meses de arresto. Su excarcelación fue motivada, según él mismo nos comenta, gracias a la presión internacional que se formó en torno a su caso.

Desde su casa y en compañía de su familia, agradece todas las muestras de solidaridad y amistad que recibió durante su estadía en la cárcel. A Darsi lo emociona saber que cuenta con amigos que aún sin conocer en persona, lo estiman y están pendientes de él y de lo que sucede en la isla.

Es un hombre que tiene mucho que decir, las ideas fluyen en su cabeza como relámpagos en plena tormenta. Tiene una envidiable agilidad para hablar. Me pregunto si el motivo de su elocuencia es su propio carácter o si el factor detonante de su entusiasmo por comunicar es la gran necesidad de expresar sus ideas desde un país sin libertades. Darsi siempre tiene mucho por contar. Aunque en Cuba, tiene prohibido expresar pensamientos y sentimientos opuestos a los del régimen.

Realizar esta entrevista en parte por la vía telefónica y en parte por correo electrónico, no fue nada fácil. Mucho menos teniendo en contra al régimen: celulares intervenidos, conexión a internet restringida y llamadas desde Perú hacia Cuba con tarifa como si llamara a Marte.

Aquí algunas de las impresiones de quien merecidamente recibiera el premio “Luchadores por la Libertad 2009″, otorgado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América y me concediera esta entrevista en exclusiva:

Bertha María Carrillo – Darsi, cuéntanos un poco ¿Cómo fue que terminaste siendo confinado?

Darsi Ferrer – Pasé 11 meses confinado en la cárcel de mayor rigor conocida como Valle Grande. Esto ocurrió porque las autoridades del gobierno decidieron castigarme por mi labor opositora y, de modo ilegal e inmoral, inventaron una acusación por delitos comunes y me encerraron.

La Fiscalía me aplicó desde el principio la medida más severa contemplada en la Ley de Procedimiento Penal, que es la prisión preventiva, a pesar de que se me acusó de dos supuestos delitos menores. También se violaron las normas jurídicas porque la prisión provisional se aplica sólo en caso que el delito referido a la acusación cause alarma, sea de los de mayor incidencia en el territorio del municipio o la provincia donde se cometió o haya sospecha fundada de que el acusado va a evadir la justicia; en mi caso no cumplía con ninguno de las tres condiciones y, no obstante, estuve en prisión provisional desde el primer día que me acusaron.

Otras violaciones demuestran el trato discriminatorio que sufrí durante todo ese proceso, y es que el expediente de fase preparatoria de mi caso estuvo congelado durante 7 u 8 meses en la gaveta del buró del Sr. Pino Beckel, quien es vice-fiscal primero de la Fiscalía General de la República.

El propio juicio oral celebrado 11 meses después de mi arresto demuestra la ilegalidad en cuanto a los términos jurídicos, ya que viola el principio de la pronta resolución de los casos en prisión provisional, además del principio de la legalidad, al haberse violado intencionalmente el plazo establecido para presentarme ante un juez, que no debió exceder de los 3 meses después del arresto, según lo dispuesto en las leyes vigentes en el país.

Por último mi abogado demostró técnicamente mi inocencia durante el juicio con argumentos concretos. Esto hace que no acepte bajo ningún concepto la sanción que adoptó el tribunal que me condenó arbitrariamente a 1 año y 3 meses de trabajo correccional sin internamiento, y estoy dispuesto a asumir las consecuencias que deriven de esta decisión. Simplemente se trató de un juicio que fue una obra de teatro montada por las autoridades del gobierno, donde pretendieron justificar el castigo que ya había sufrido de 11 meses de confinamiento en prisión.

BMC – Es decir que el motivo real de tu encarcelamiento fue tu abierta oposición al régimen. Con lo cual pero intentaron distraer a la opinión pública acusándote de transgresiones inexistentes. ¿Cuáles fueron los cargos imputados por la dictadura cubana en relación a tu arresto?

DF – Los cargos imputados contra mí fueron específicamente los delitos de receptación y atentado. La receptación porque me ocuparon dos bolsas de cemento, unas tiras de hierro y hasta dos ventanas que desmontaron de la pared. El atentado lo justificaron alegando que el día que me hicieron el registro en la casa supuestamente tomé represalias con un vecino, miembro del partido comunista, que sirvió de testigo a la policía.

Las dos bolsas de cemento, las tiras de hierro y las dos ventanas, junto con unos sillones, las otras cuatro ventanas y la puerta que no me quitaron, me las regaló mi amigo Agustín Lara un año antes del registro. Este es un amigo que estaba reparando su casa y le llegó la salida del país para EEUU, por lo que paró los arreglos y decidió ayudarme dándome esos pocos recursos para aliviar mis necesidades.

Las leyes cubanas especifican que en el delito de receptación ni el acusado ni el abogado de la defensa tienen que demostrar que los bienes son de procedencia lícita, sino que es la Fiscalía quien está obligada a demostrar que existe el delito porque la procedencia de los bienes es ilícita, o sea, que los bienes proceden de un delito anterior. Todos esos bienes los venden en las tiendas del Estado y fue allí donde las compró mi amigo legalmente.

En el caso del atentado, el vecino antes del registro de la casa tomó una cabilla y se puso a romperme la puerta para que los policías entraran, lo que constituye una violación de la legalidad por atribuirse funciones que no le corresponden, además de constituir una afrenta a mí persona. Simplemente eso fue lo que le reclamé cuando me soltaron de la unidad de la policía donde me tuvieron arrestado mientras ocurrían esos eventos en mí domicilio, y no su participación como testigo en el registro de la casa.

BMC – Cuéntanos un poco acerca del sistema carcelario cubano y del trato que recibiste mientras permaneciste arrestado.

DF – El sistema carcelario cubano más que limitar el derecho a la libertad, está diseñado para mancillar la dignidad de las personas. Las condiciones de reclusión son deplorables, infrahumanas, el trato de los militares es cruel y degradante y los maltratos a los presos es lo cotidiano.

Todas las prisiones están superpobladas, en todas las compañías hay presos durmiendo en el piso por no alcanzar las camas. El hacinamiento es terrible, se dispone de menos de medio metro cuadrado de espacio vital por recluso. Las galeras tienen aproximadamente 35 metros de largo por 5 de ancho, y ahí hacinan entre 120 y 140 presos junto con sus escasas pertenencias. Son literas de a tres camas, que a veces los que duermen en la de arriba se caen y sufren serios accidentes.

El suministro de agua en esos lugares es por escasos minutos 2 ó 3 veces al día, y sólo hay disponibles dos o tres pilas por compañía. Los sanitarios son 3 ó 4 letrinas tipo turco que no tienen ninguna higiene ni privacidad. El calor es insoportable, por las altas temperaturas de nuestro clima tropical y por el calor que desprende el organismo de tantas personas apiladas en esos espacios reducidos. Los militares prohíben el ingreso de ventiladores u otros equipos de climatización de temperatura, tampoco permiten que los presos tengan acceso a bebederos de agua fría.

La alimentación es pésima, poca en cantidad y muy mal elaborada. No utilizan condimentos ni aceite en su preparación. La proteína sólo consiste en un pedacito pequeño de pollo una vez cada quince días y tres o cuatro veces al mes que ofertan un huevo, casi siempre hervido o en revoltillo. La comida muchas veces la sirven en estado de descomposición.

La asistencia médica es casi nula. Los enfermos que padecen alguna enfermedad contagiosa son encerrados en calabozos de castigo, en vez de aislarlos en las salas de algún hospital. La falta de medicamentos esenciales y la carencia de recursos de todo tipo para atender la salud de los presos es lo cotidiano.

En las compañías conviven las personas normales con los enfermos psiquiátricos y muchos otros enfermos con VIH-SIDA, Tuberculosis y otros que por su estado de salud son incompatibles con el régimen carcelario. Conocí ciegos, inválidos, presos con cáncer terminal, tirados dentro de las compañías sin que les importaran a los militares ni a los tribunales las limitaciones de esas personas.

Las autoagresiones de los reclusos son muy frecuentes, generalmente como un modo de llamar la atención de las autoridades o como método desesperado de buscar soluciones extremas a los problemas inmensos que sufren, que en muchos casos responden a injusticias.

Las golpizas de los militares a los reclusos son constantes y crueles, ellos disfrutan de total impunidad para cometer todo tipo de actos brutales y cuando se les va la mano y matan a algún que otro preso, siempre encuentran el modo de justificar esos crímenes, alegando causas naturales de las muertes.

En estos lugares no permiten que representantes de las distintas denominaciones religiosas del país puedan entrar a brindar asistencia espiritual, también prohíben la libertad de cultos a los presos. Ni siquiera tienen habilitados locales que sirvan de templo dentro de la cárcel.

Las prisiones presentan condiciones muy duras y lo peor es la insensibilidad que demuestran las autoridades del gobierno al respecto. Ellos desprecian a quienes están en el extremo de esa realidad, es decir a los presos, que soportan la mayor crueldad por parte de los gobernantes. Por estas razones es que las autoridades del gobierno se niegan reiteradamente a permitir la entrada al país de los inspectores de las Naciones Unidas. Este sería el cuadro dantesco que encontrarían esos señores si lograran un día entrar a las prisiones del país.

BMC – ¿Por qué crees que se te otorgó el “beneficio” de la prisión carcelaria?

DF – La prisión es el destino que las autoridades del régimen nos reservan a todas las personas que, de modo pacífico, levantamos nuestras voces dentro de la Isla para reclamar el reconocimiento y respeto de las libertades y derechos fundamentales de los cubanos. No es más que uno de los métodos de castigo, junto a otros como las amenazas e intimidaciones, los despidos del trabajo, las golpizas, el ostracismo social, las campañas de descrédito e incluso la muerte, que sufren los activistas defensores de los derechos humanos, a manos de un régimen militar y cruel que desprecia a su pueblo y no siente ningún respeto por los ciudadanos. Mi prisión fue un modo deliberado de ajustarme cuentas por mi labor independiente y de pretender obligarme a someterme al estatus quo, para intentar disuadirme y que no siguiera con mi posición contestataria.

BMC – Internacionalmente eres un referente muy importante en el tema de la libertad en Cuba ¿Consideras que tu popularidad en el exterior influyó en tu excarcelación?

DF – Estoy convencido que las autoridades decidieron excarcelarme después del juicio, cuando llevaba 11 meses de confinamiento, porque precisamente el costo político que les trajo mi reclusión fue muy por encima de los que ellos calcularon. Las presiones al gobierno en torno a mi liberación fueron muy grandes, y ellos jamás esperaron una reacción tan fuerte de manos de la oposición y de la comunidad internacional.

Para que tengas una idea, el pronunciamiento de condena al Gobierno hecho por los intelectuales y líderes del Movimiento Negro, acusándolos de practicar de manera oficial una política de racismo y discriminación contra la población y de rechazar mi confinamiento por reconocer que respondía a motivos políticos, es algo inédito y de una significación muy grande. Tengamos en cuenta que muchos de esos intelectuales y líderes negros habían sido simpatizantes de la llamada revolución cubana y admiraban al Sr. Fidel Castro, situación que ahora mismo ya no es así.

Otra cuestión ilustrativa del costo de mi prisión para el gobierno, es que la prestigiosa organización Amnistía Internacional me declaró preso de conciencia sin siquiera esperar a que me realizaran juicio y me condenaran. Esto nunca había ocurrido antes, siempre esa organización otorga el estatus de preso de conciencia después que existe una condena firme. Al dar ese paso simplemente, dejaron claro que no aceptaban los argumentos ni las estrategias que utilizara el gobierno para tratar de manipular las motivaciones de mi reclusión, pretendiendo que respondieran a delitos comunes y no políticos, lo que erosionó más aún la credibilidad de las autoridades.

También en la prisión recibí la noticia de que el Departamento de Estado de los Estados Unidos me concedió la mención honorífica del premio Luchadores por la Libertad 2009, y que fui el único que logró ese reconocimiento en todo el hemisferio occidental, lo que indudablemente influyó a la hora de comprender a qué se debía la acción del gobierno de encarcelarme.

Además, vi fotos que me llevó mi esposa Yusnaimy a la prisión, donde aparecían muchos jóvenes peruanos manifestando delante de la embajada cubana, con carteles pidiendo mi liberación y el respeto a la libertad y los derechos de los cubanos. Esa solidaridad en momentos tan difíciles como es el encierro, resulta muy emocionante y aporta unas fuerzas inmensas para soportar la carga y seguir adelante. Es parte de nuestras esperanzas y de las razones que nos hacen sobreponernos y no claudicar. Es la ratificación de que no estamos solos y que vale la pena nuestro sacrificio. Y con esas acciones también el gobierno pierde credibilidad y su imagen se deteriora, incluso le va siendo cada vez más difícil engañar a personas que desconocían la verdadera esencia represiva y cruel del régimen castrista, que durante muchos años se encantaron con el mito fabricado alrededor del sistema socialista de Cuba.

Y estas no fueron las únicas reacciones que tuvieron lugar en relación a mi encarcelamiento, hubo muchas otras y estoy muy agradecido por toda la solidaridad, el cariño y las simpatías demostradas durante ese tiempo. A todos les doy mi más sentidas gracias.

BMC – ¿Cómo ves la situación de los demás presos de conciencia?

DF – Los demás presos de conciencia llevan la mayoría más de siete años de encierro en condiciones muy traumáticas y padeciendo el ensañamiento feroz de las autoridades del gobierno. Hay muchos que están con un deterioro considerable de la salud. Desde sus arrestos tomaron como represalia el enviarlos a las prisiones más distantes de sus lugares de residencia, para incrementar aún más sus sufrimientos y el de sus familias. El único “delito” que cometieron fue el de intentar ejercer derechos fundamentales como la libertad de expresión, de opinión y de asociación.

Con el encarcelamiento de todos ellos el régimen ha cometido otra de sus grandes injusticias, y un día el pueblo cubano y la humanidad en general congratularan y estarán agradecidos del sacrificio de esas valientes y dignas personas, que luchan incansablemente de manera pacífica por el bien común, a costa de su libertad, de su salud y de la felicidad de sus familiares.

BMC – ¿Cuál es el sentir de los cubanos en general ante la solidaridad demostrada por la comunidad internacional?

Soy del criterio que a raíz de la lamentable muerte en prisión del mártir Orlando Zapata Tamayo, en febrero pasado, luego de una prolongada huelga de hambre, la comunidad internacional centró su atención en la crueldad injustificable del régimen y su imagen ha venido empañándose paulatinamente por la consecución de otros acontecimientos relacionados, como la inmoral e inconcebible agresión a las Damas de Blanco mientras se manifiestan pacíficamente en las calles, armadas sólo de gladiolos en símbolo de paz, amor y esperanza.

También incide la heroica acción de Guillermo Fariñas quien se debate con la muerte porque de manera voluntaria decidió rechazar los alimentos y los líquidos, exigiendo la liberación de un grupo de presos de conciencia que están muy enfermos. Ahora mismo Fariñas, a consecuencia de esa huelga, se encuentra en estado crítico y con peligro de muerte en la sala de terapia del hospital de las Villas donde reside.

Si Fariñas muere finalmente, representaría otra contundente acusación ante los ojos de la comunidad internacional, que señala el carácter criminal, cruel e insensible del régimen. Porque no hay ninguna justificación para mantener en la cárcel a personas muy enfermas con un estado de salud incompatible con el sistema penitenciario. Por tanto, implica que la situación nacional debe estar muy mal, cuando es necesario que alguien entregue su propia vida como último esfuerzo por hacer cumplir leyes que están vigentes, y que constituyen una garantía de preservar la esencia humanitaria que debe conducir toda obra o sistema político y social.

BMC – El mundo parece tener sus ojos puestos en Cuba. ¿Consideras que nuestro continente está despertando? ¿Crees que la concepción “romántica” de la isla es un asunto del pasado y que ahora se tiene conciencia de la real dimensión de la dictadura totalitaria cubana?

DF – El apoyo y la solidaridad recibida refuerzan mi compromiso en la lucha pacífica que sostenemos en bien de nuestros compatriotas, que hoy padecen el creciente sufrimiento del fracaso de un sistema totalitario, que sólo genera miseria para todos y destrucción en todas las esferas de la vida nacional. Siento que es mi responsabilidad corresponder a las acciones de apoyo devenidas de personas de nuestro pueblo y de muchos otros países, que constituyen una inspiración y la esperanza de que pronto se abrirá un nuevo acontecer en la realidad de la nación cubana, donde la libertad, el respeto a los derechos, la justicia y la igualdad de oportunidades no serán más una aspiración, sino las circunstancias que posibiliten una vida digna para todos.

Una de mis mayores satisfacciones es precisamente encontrar la mano extendida y los nobles sentimientos de muchos hermanos latinoamericanos, sensibles ante la dramática situación que atraviesa el pueblo cubano. Puedo asegurarte que también nosotros estamos comprometidos con la suerte de las sociedades de nuestro continente, y nos emocionan los avances experimentados en los últimos tiempos por países como Perú, Colombia, Brasil, etc. y lamentamos los retrocesos que experimentan otros pueblos hermanos, como es el caso de Venezuela y las desgracias naturales padecidas en Haití y Chile. Estamos entrelazados en la misma comunidad geográfica, con una cultura común que nos identifica y por ello resulta tan especial y emocionante recibir la solidaridad de Latinoamérica.

Desde la caída del muro de Berlín y el final de la guerra fría, hay más conciencia de lo que representan los sistemas totalitarios, y todo el retroceso que padecen las naciones que son víctimas de esas formas de dictaduras, que tratan de justificarse bajo el manto de una supuesta ideología marxista-leninista, pero que en realidad responden a las ansias de poder de una élite que usurpa la soberanía y restringe las libertades y derechos de las personas.

En Cuba no hay elecciones libres ni pluripartidismo. Tampoco a los cubanos se les respeta el derecho de expresión, reunión o asociación, de acuerdo a sus intereses. En plena era de la informática no se garantiza el acceso a la Internet o a la televisión por cable. No se reconoce el derecho de propiedad de las personas, ni el de viajar libremente. A pesar de la miseria que sufre la sociedad, a los cubanos no se les permite tener negocios particulares que les brinden la posibilidad de llevar una vida decorosa. Todas esas violaciones y restricciones cada vez son más difíciles de justificar en la arena internacional y, por supuesto, somos el único país de Latinoamérica con una situación tan vergonzosa e insostenible.

Mientras redacto esta entrevista, pienso cuánto me habría gustado hacerla en persona. Tener la satisfacción de reencontrarme con mi gran amigo Darsi, con su familia y entre sorbo y sorbo de un delicioso café cubano, charlar por horas interminables como solíamos hacerlo hace dos años. Sin embargo, el sólo escucharlo y saber que nuevamente está cerca de quienes ama, me llena de satisfacción y de esperanzas, porque él y muchos cubanos y cubanas valientes seguirán trabajando y forjando la tan ansiada libertad de Cuba.


* Bertha María Carrillo es licenciada en Ciencias de la Comunicación con Master en Gerencia Social. Es además Presidente del Centro para la Libertad y el Desarrollo (CLD) en el Perú.

Fuente: HACER

miércoles, 21 de julio de 2010

¡BOGOTA, ESTUVO GRANDE!


Seminario en Bogota.

Gran acogida tuvo el seminario Internacional de Liderazgo y Emprendimiento organizado por LIBERTAD, PROSPERIDAD Y DEMOCRACIA en la ciudad de Bogotá el pasado lunes. Se inicia una nueva etapa en Colombia, donde hombres y mujeres han inyectado a sus vidas un nuevo impulso para ser líderes que cambien su entorno, el de sus familias y sus organizaciones.

Queremos aprovechar para agradecer a todos los asistentes, a quienes motivaron a otros para ir y a Colombia en general, por seguir siendo una nación grande, donde la democracia, la libre expresión y la libertad en general es respetada.
También queremos informarles que a partir del próximo 1 agosto, encontraran este blog en su nueva dirección www.libertadprosperidadydemocracia.blogspot.com

Quedamos atentos a sus sugerencias y comentarios en nuestro email: libertadprosperidadydemocracia.blogspot.com